EL QUE APRENDE A DAR, AL DAR ES MUY FELIZ
Por encomienda del papa Francisco, Víctor González Dr. Simi recibió la condecoración como Caballero de Gran Cruz de la Orden Ecuestre San Gregorio Magno, el máximo reconocimiento que la Iglesia católica otorga a un laico.
Joseph Spireri, nuncio apostólico en México, entregó el reconocimiento al empresario mexicano, por la obra social realizada en nuestra patria y en diferentes partes del mundo.
La Gran Cruz de San Gregorio es una orden de caballería papal establecida por el pontífice Gregorio XVI, en 1831, y es una de las cinco órdenes de la Caballería de la Santa Sede.
Este honor se otorga a hombres y mujeres en reconocimiento a su servicio personal a la Iglesia mediante sus labores habituales, ejemplos en sus países, así como por su altruismo.
La condecoración viene con un certificado firmado por el Papa.
Vida asistencial
En la representación de la Santa Sede en México se reconocieron las virtudes que a lo largo de su vida han caracterizado al Dr. Simi.
Es un hombre de resiliencia que, pese a sus dificultadas físicas, ha buscado ayudar a los demás con acciones e iniciativas propositivas.
“Con su modelo de farmacias con consultorio innovó el acceso a la salud en México, donde las brechas de desigualdad socioeconómica son muy grandes. Además, llegó a lugares donde nunca habían contado con un médico titulado, una consulta o medicamentos”.
Vida asistencial
“El dar me encanta, es mi droga, soy drogadicto de dar. Todos podemos dar, hasta una sonrisa vale. El dar es mi receta para vivir mejor. A mí me gusta dar, dar me hace bien, es mi medicina. Cuando doy, me siento bien, por eso me gusta dar. Ojalá la gente aprenda a dar, dar es muy importante, hay que dar lo que se tenga. Y si no se tiene dinero, hay que dar una sonrisa”.
Víctor González Dr. Simi hace una invitación a todos: “Hay que ayudarnos los unos a los otros. Hay que ayudar, ayudar y ayudar. Hay que seguir el principio de una persona de hace dos mil años, que es Jesús: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’. Hay que buscar el bien de todos, es muy sencillo” No hay mejor manera de trascender que sirviendo a los demás.